«Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora»
La sinopsis ya nos advierte la desolación de esta obra, donde los sentimientos de una mujer son confusos e inconcebibles para la mayoría, así que nos preguntamos si son válidos. ¿Acaso es posible amar de esa manera y en esas circunstancias? ¿La devoción y obsesión puede ser considerada una forma de amor? ¿este amor platónico, totalmente desinteresado, generoso, obstinado y sin pizca de maldad debería ser el verdadero amor incondicional?
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